DIVERSIDAD PAISAJÍSTICA EN TAJO INTERNACIONAL
Los hábitats que encontramos en el Parque son el resultado del modelado del paisaje realizado por el río Tajo y sus afluentes. El valle del Tajo en Cáceres es una estrecha entalladura con terrenos abruptos y de frondosa vegetación, que contrasta con las dehesas y pastizales de las llanuras.
El paisaje fundamental de este territorio lo constituyen los riberos del Tajo así como sus afluentes, ocupados en una amplia zona estos por el embalse de Cedillo. Se trata de una de las unidades paisajísticas con mayor entidad, siendo muy representativa de este enclave natural, tanto por su alto valor como por sus dimensiones. En estos paisajes contrasta la horizontalidad y color de la lámina de agua con las laderas de fuertes pendientes que definen claramente el valle fluvial, cubiertas con vegetación típica de bosque mediterráneo denso.
Existe también otro tipo de paisaje que son los riberos de los afluentes del Tajo y un gran número de riveras y arroyos menores de aguas libres del embalse de Cedillo. Es la unidad paisajística con mayores dimensiones. Por sus diferencias paisajísticas destaca el tramo final del río Sever en España. Caracterizado por un predominio de los bosques de ribera compuestos mayoritariamente por alisos. Es un paisaje contrastado por las siluetas de los árboles, con gran variación cromática según la fenología de las especies (las especies de hoja caduca ofrecen variaciones de color en las distintas estaciones del año) y totalmente lineal (río, vegetación, etc.).
Mención especial por su belleza requieren los cañones del río Erjas, situados a la altura de las freguesias portuguesas de Segura y Salvaterra do Extremo (Peñafiel). En ambos casos el río ha conseguido atravesar el batolito granítico produciéndose un profundo entallamiento o cañón de paredes verticales y estrecha anchura. El sonido del agua a su paso por estos cañones es sobrecogedor.
Las dehesas presentes en Tajo Internacional son superficies arboladas de encina o alcornoque, que al presentar una baja densidad permiten la existencia de un sotobosque formado por pastos, matorral o cultivos. Esta imagen se ofrece al visitante visualmente unida al ganado (vacuno, porcino, y ovino) ya que se pueden observar casi de forma constante. Son especialmente hermosas en la primavera cuando bajo el dosel del longevo arbolado aparece un manto de flores de multitud de colores.
La penillanura es similar al paisaje anterior en cuanto a orografía se refiere, pero diferente en lo que respecta a vegetación. La percepción del espacio es de gran amplitud e, igualmente importante, la presencia de ganado, siendo en este caso más típico el vacuno y ovino. Destacan en el paisaje elementos constructivos vinculados a la ganadería, como bujíos o chozos de pastor, apriscos para el ganado, y pequeñas construcciones de piedra.