Lugar de Encuentro entre Culturas
La sucesión de diversos acontecimientos a lo largo de la historia y la ocupación de pueblos lusitanos, romanos, cristianos, musulmanes y judíos han imprimido en el territorio del Tajo Internacional unas huellas con un marcado carácter fronterizo.
La zona en la que se enmarca el Tajo Internacional ha sido durante miles de años un cruce de caminos. Aquí se concentra uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa, el conocido como foco alentejano-extremeño. Gran cantidad de dólmenes, menhires y otros restos prehistóricos salpican el territorio a ambos lados de “la Raya”.
Ya en la historia, los pueblos primitivos que pactaron con los romanos también dejaron su huella, y el mundo romano, una de las grandes culturas de la civilización occidental, se muestra en todo su esplendor en el Puente de Alcántara, obra maestra de la arquitectura y verdadero símbolo del entorno. Existen también vestigios visigodos, árabes y judíos; todos dejaron su impronta en el territorio y lo enriquecieron.
El mundo cristiano ve su cenit con la Orden de Alcántara. Fundada en tierras portuguesas, esta Orden religiosa-militar desempeñó un importante papel en la Reconquista, propició la consolidación urbanística de sus pueblos y atrajo hasta aquí las formas de los más diversos estilos artísticos, predominando sobre todos ellos el Renacimiento.
La historia no levanta fronteras hasta la Edad Moderna, mantenidas con sucesivas guerras durante los siglos XVII y XVIII, y acentuadas con la construcción de los grandes embalses a finales del siglo pasado. Estos, conforman el devenir de nuestros días y comparten, de una manera explícita, el territorio del Parque Tajo Internacional.